Los que trabajan conmigo lo saben bien. No sé trabajar en silencio.
Al llegar al despacho el altavoz de mi despacho sigue reproduciendo la música que llevaba puesta en el coche. Mi radiofórmula personalizada en forma de listas de Spotify (qué gran invento) suena todo el día. A todas horas.
La pasión por la música me viene del mismo sitio que la pasión por la empresa: de mi padre. Él me ha enseñado a amar y disfrutar todo tipo de música. Aún recuerdo cuando en el coche, hablando, me decía “¡calla calla, escucha esta canción…!” y empezaba su particular repertorio de hits del momento que yo no debía perderme.
Eso mismo, que tanta rabia me daba (callar y escuchar), se lo pedía luego a mis hermanas y amigos… “¡Escucha esto!”
Uno de mis primeros recuerdos relacionados con la música fue cuando mi padre me dijo, montados en el coche, que una de las mejores canciones de la historia era Music de John Miles… que, casualmente, empieza diciendo “Music was my first love”. Obra maestra.
https://www.youtube.com/watch?v=egwARrX1ik8
Enseguida llegaron los conciertos a solas: me ponía los cascos del equipo de música del salón y me ponía discos enteros… En aquella época Carmel, el directo de Phil Collins, Enya, Mecano… y cómo no, el icónico Greatest Hits verde de Queen… cuyo CD nos llegó sin imprimir: una rareza de coleccionista que mi padre nunca quiso vender.
Durante los años he aprendido a disfrutar todo tipo de música… Me hace compañía, me relaja, me centra, me anima, me divierte, me mueve, me emociona… Me apasiona. Y me encanta compartir esa pasión.
En las nuevas oficinas de WYS suena incesante la lista “Sounds of Witte y Solà”. Una lista para los que nos gusta la música. Para los apasionados. Para los que necesitamos banda sonora en cada escena de nuestra vida.
Bono dijo: “La música puede cambiar el mundo… Porque la música puede cambiar a las personas.” Démosle al play, pues.
Javier Solà, Director General de Witte y Solà
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